Medio centenar de conductores son multados cada hora en la Comunitat.




Los excesos de velocidad y circular ebrio o bajo la influencia de las drogas son los motivos más habituales de las cincuenta multas que cada hora reciben los conductores en las carreteras de la Comunitat Valenciana. Así consta en los datos sobre sanciones facilitados por la Jefatura Superior de Tráfico de Valencia. Las denuncias han crecido un 62% en poco menos de una década y son muchos los automovilistas que se quejan del «afán recaudatorio de la DGT, especialmente con las multas por velocidad».

El año pasado más de 400.000 conductores fueron denunciados en vías interurbanas de la región, un 17% más que en 2011. De ellos, 122.000 perdieron puntos del carné por la especial gravedad de sus infracciones. Hasta octubre de este año, son 255.000 los conductores que han acabado con un boletín de denuncia en las carreteras de Castellón, Valencia y Alicante. El año 2010 alcanzó un importante pico de más de 511.000 multas, la cifra más alta de la última década.

En cuanto a las causas de las sanciones que actualmente se están imponiendo en tierras valencianas, los excesos de velocidad están a la cabeza. Casi la mitad trata de castigar esta infracción. En lo que va de año, alrededor de 50.000 conductores han sido sancionados con pérdida de puntos del carné por no respetar los límites.

Los agentes de la Guardia Civil de Tráfico también están persiguiendo con especial intensidad el consumo de alcohol y estupefacientes al volante. Los controles de alcoholemia y drogas realizados hasta finales de octubre se han traducido en más de 15.000 sanciones con pérdida de puntos en la Comunitat.



Menos desplazamientos
 
Automovilistas Europeos Asociados (AEA) relacionan el descenso general de las denuncias en España desde 2010 con la «gran disminución de vehículos y desplazamientos» por la crisis, pero estima que esa reducción «no es proporcional y se sigue multando mucho más de lo que sería lógico».
Según datos de la DGT y las empresas productoras de carburante, los movimientos en carreteras de la Comunitat se han reducido a la mitad en cinco años. En ese tiempo, el consumo de combustible ha registrado un desplome del 25% y el parque móvil ha caído en 65.000 vehículos. Pese a ello, el año pasado crecieron las denuncias en la Comunitat, según cifras de Tráfico.





Puntos negros sin radar
 
Para AEA, la clave son las multas por velocidad. «Aumentan de manera preocupante», advierten a la par que critican «el claro uso recaudatorio de los radares». Según su presidente, Mario Arnaldo, «ni en Valencia ni en el resto de España se corre tanto». Un estudio de la asociación muestra que sólo un 15% de los conductores no respeta el límite de autovías, y de ellos apenas un 10% sobrepasa los 130 kilómetros por hora.

Otro análisis de AEA afirma que, de los 185 tramos de concentración de accidentes repartidos por toda España, sólo siete cuentan con radares fijos. «¿Dónde están entonces los radares?», se pregunta Arnaldo. «Esto no cuadra con una política de prevención, sino más bien con la necesidad de aumentar la recaudación con multas».

En cuanto a las cantidades recaudadas con las sanciones y el grado de morosidad en el pago, la Jefatura de Tráfico de Valencia no ofrece esos datos. Teniendo en cuenta que el importe medio de la multa en 2012 en España fue de 98 euros, las matemáticas dan la respuesta: en la Comunitat se pusieron denuncias por valor global de 40 millones

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