Es bien sabido que el casco puede salvar la vida, pero es innegable que muchos ciclistas urbanos no lo utilizan porque les resulta incómodo o por una mera cuestión estética. Dos estudiantes suecas de diseño han encontrado una curiosa solución al problema. Acaban de sacar al mercado un casco invisible para bicicletasque solo aparece cuando se necesita, en caso de accidente.
La intención de estas innovadoras jóvenes era construir un casco que resultara cómodo, seguro y que no acabara chafando el peinado de los más presumidos. Un casco que la gente quisiera ponerse sin temer tener aspecto de «hormiga atómica». Las inventoras recurrieron a especialistas en traumas cerebrales para conocer las lesiones más comunes en los accidentes en bici y diseñar la forma más conveniente para su ingenio. De esta forma nació «Hövding», una mezcla de bufanda o collarín y airbag.
Noticia completa: ABC
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